El genio de la luz sobre los mares
tiembla , se agita y su resplandor se apaga,
en tanto que la noche silenciosa
álzase y tiende las oscuras alas.
El sol desapareció, con él las flores,
dejó el otero la gentil zagala,
y de las aves el cantar sonoro
en las sombrias arboledas calla.
Mas otras flores sus aromas vierten,
otra armonía en el espacio vaga,
melancólico son a cuyo acento
su cárcel rompe y se desprende el alma.
Las flores son que la diadema ciñen
con que la oscura noche se engalana,
son esas aves que al dormido mundo
himnos de muerte en el silencio cantan.
Las verdes olas de la mar suspiran,
acariciando las desiertas playas. A.Quintana.Fantasia.