Señor, os pedimos: "Venid Señor Jesús!"
Pero nuestro clamor sale de un corazón pobre y débil.
Sabes? puede ser que vienes y nosotros estamos en otro lado.
Puede ser que vienes y nuestro corazón no te acoge.
A veces nos cansamos de velar y esperar.
Por eso, Señor: Danos fuerzas para vivir velando esperándote,
con la puerta de nuestro corazón siempre preparada,
porque cuando llames te abramos con ilusión.
Así, podremos sentarnos juntos y escuchar tu Palabra
y partir el Pan y construir juntos, el Cielo Nuevo y la Tierra
Nueva.
¡Ven , Señor Jesús!