EL ROSCÓN DE REYES
El Roscón viene a poner punto y final gastronómico a estos días
de locuras, viene a convertirse en el ‘¡Ya era hora!’ de
quienes, con más preocupación que expectación, quieren
saber qué ocurrirá en 2012, año que nace con todo tipo de
prevenciones, sobre todo la de cerrar las carteras a cal
y canto. Antes de proceder al cierre por liquidación, dejen
algunos euros para la tradición del Roscón, también
denominado de ‘la suerte’, la que nos va a hacer falta.
En fin, no deja de ser una tradición. Hay para todos los gustos
aunque la modalidad normal sea la del bollo en círculo
aderezado por la correspondiente fruta escarchada.
Pero también puede llegar como remate almendras, nueces
y hasta anacardos. Depende del sabor preferido.
Y los hay –roscones- que respetan las intolerancias propias
de, por ejemplo, de los celíacos y se evita la leche y el huevo.
Parece difícil pero es absolutamente posible.
El Roscón de Reyes pone fin al período de dispendios
gastronómicos y, con él, comienza la temible cuesta de enero...