Un buen dia, un hombre, en plan buenecito, le está friendo unos huevos para el desayuno a su mujer.
De pronto, la mujer entra en la cocina y a grito "Pelao", le dice:
¡Cuidado....CUIDADOOOOOOO!
¡¡NO ME LO PUEDO CREER!!
¡Pon un poco más de aceite!
¡POR DIOS!
Estás cocinando demasiados al mismo tiempo...
¡DEMASIADOS!
Dales la vuelta...Dales la vuelta..
¡AHORA!.
Necesitamos más aceite.
¡POR DIOS! ¿DONDE VAMOS A CONSEGUIR MAS ACEITE?.
Se van a PEGAR...¡Cuidado....CUIDADO!.
Te he dicho que CUIDADO!
¿¿¿Pero que haces??? ¡¡¡Que se rompen!!! ¡¡Pero mira la yema!!.
¡¡¡¡DIOS MIOOOO!!!! ¡NUNCA me haces caso cuando cocinas!.
Nunca....
¡CUIDADO! que saltan ¿Es que no lo ves?.
¡¡¡Se está manchando toda la cocina!!!
PERO BAJA EL FUEGO y dales la vuelta ¡POR DIOS!.
¡TRATA DE DARLES LA VUELTA!
¿estas Locooo? ¡Usa la CABEZA!.
¿HAS ECHADO SAL???
Echales sal.Sabes que sieeeempre te olvidas de la sal. La Sal, la Sal
USA LA SAL POR DIOS ¡LA SAAAAAL!.
El marido la mira con asombro.
-Pero se pueda saber que te pasa?
-¿Crees que no se freir un par de huevos?.
La mujer responde tan tranquila:
-PARA QUE TE ENTERES DE LO QUE ES CONDUCIR CONTIGO...