Denunciamos Señor, al los que profanan Templos
los templos que son tantos hombres y mujeres,
personas explotadas y humilladas.
Señor, hay demasiados mercaderes.
Mercaderes de niños i mercaderes de sueños
Mercaderes de órganos y mercaderes de esfuerzo
mercaderes de vidas y mercaderes de oraciones.
mercaderes de espíritus, y mercaderes de
cuerpos.
Negociantes de armas, negociantes de pueblos,
negociantes de droga, negociantes de fetos,
Su dios és uno solo, su dios és el dinero.
Enciende Señor nuestro celo.
Refuerza nuestro compromiso,
de no adorar estos ídolos,
ni a ellos ni a sus mensajeros.
Danos fuerza para la crítica
y corage para la denúncia,
y honestidad para que nuestras manos,
se pongan a construir el Reino de Cristo.