Una víctima inocente es un deicídio
Un niño ambriento es una blasfémia.
Una mujer violada es una profanación.
Una tortura física ó psicológica es un sacrilégio.
Un drogadicto es un templo derrumbado
Un engañado ó traicionado es un perjúrio.
( Andrés Huertas)
Ante estas realidades, no tendríamos que seguir levantando el látigo y la pancarta de la libertad,la justicia ,,el amor?
*Fondo por Vainica