¿Dónde y cuándo apareció el violín en la
forma en que se le conoce hoy?
Es una cuestión difícil de resolver. Lo más probable es que el violín naciera en el norte de Italia y más precisamente en la región de Milán entre 1520 y 1550. Entre los instrumentos de esta época que han llegado hasta nosotros, destacan dos violines de tres cuerdas construidos por Andrea Amati de Cremona en 1542 y 1546, respectivamente. El primer violín de cuatro cuerdas se debe a este mismo constructor y data de 1555. En 1560, Andrea Amati recibió de parte del rey de Francia, Carlos IX, un importante pedido: 38 instrumentos de los que 24 eran violines, 6 violas y 8 violoncelos. Esto parece indicar que Andrea Amati (1505-1576) fue, si no el inventor, el primer gran constructor de violines y no se pueden considerar, como se hacía, presuntos inventores del violín ni Kaspar Tieffenbrücker (o Duiffoprugcar) ni Gasparo da Salo, ambos bastante más jóvenes que Amati. El violín es sin duda el más fascinador de todos los instrumentos musicales. Por la belleza de la forma, la sencillez del material empleado y la pureza del sonido, representa una cumbre en la fabricación de instrumentos y no hay que extrañarse si algunos grandes constructores de violines han adquirido fama inmortal.
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(Texto de la red)