20 PENSAMIENTOS ACERCA DE LA SANTA MISA
(Jueves de Corpus Christi)
01- El acontecimiento más importante que cada día sucede en el mundo y el más grato a Dios, es la Santa Misa.
02- Una sola misa tiene un valor infinito, inmenso, y da más gloria a Dios que todos los sufrimientos de los mártires juntos.
03- La Santa Misa agrada a Dios más de lo que ofenden todos los pecados del mundo.
04- Se calcula en 500.000 el número de misas que se celebran cada día. Esto es: en cada minuto cuatro Sacerdotes pronuncian las palabras de la consagración.
05- No existe un modo más perfecto de adorar a Dios y darle gracias, que el ofrecimiento de la Santa Misa, en el cual N. S. Jesucristo actúa como Sumo Sacerdote y Víctima.
06- La Santa Misa y el sacrificio de la Cruz son el mismo y único sacrificio, aunque estén separados en el tiempo.
07- La Santa Misa es el sufragio más importante que podemos ofrecer por las almas del Purgatorio.
08- Más honra a Dios una sola Misa que todas las demás obras buenas de los ángeles y los hombres.
09- La Misa celebrada por cualquier Sacerdote, en el lugar más recóndito, es lo más grande que en este momento está sucediendo en la tierra; aunque no asista una sola persona.
10- Una sola Misa da más gloria a Dios que las penitencias de todos los santos desde el principio del mundo, y todo lo que hagan hasta el fin de los siglos.
11- La misma escena que hubiéramos visto en el Calvario, el Viernes Santo a las tres de la tarde, tenemos ante nuestros ojos en la Santa Misa.
12- Todos los fieles juntamente con el Sacerdote ofrecen el sacrificio de la Misa, más aun, se unen al mismo Cristo, Sacerdote eterno, aunque esta participación sea esencialmente diferente.
13- Si supiéramos qué es la Misa, moriríamos, pero no de espanto sino de gratitud y de amor.
14- En la Misa podemos ofrecer a Dios cada día todas nuestras obras: dolor, fatiga, cansancio. ¿Qué ponemos cada día en la patena del Sacerdote?
15- En nuestros altares se repite el mismo sacrificio de Jesucristo en la Cruz. La única diferencia está en la manera de ofrecerse. En la cruz se ofreció cruentamente; en la Misa incruentamente, es decir, sin derramamiento de sangre.
16- No os acostumbréis nunca a celebrar o asistir al Santo Sacrificio: hacedlo con tanta devoción como si se tratara de la única Misa de vuestra vida.
17- Es tanto el amor de Dios por sus criaturas, que, al decir la Santa Misa, deberían pararse los relojes.
18- En la Santa Misa el Sacerdote principal que ofrece el sacrificio es el mismo Cristo, mientras que el sacerdote que ven nuestros ojos en el altar es solamente el sacerdote ministerial.
19- Los que quieran oír una Misa corta y atropellada, demuestran que no han alcanzado a darse cuenta de lo que significa el Santo Sacrificio del altar.
20- Nuestra Madre Santa María está presente en la Santa Misa como estaba presente en el Calvario, ya que la Misa es una prolongación del Calvario.
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