LA ASUNCIÓN DE LA VIRVEN MARÍA
¿A dónde va, cuando se va, la llama? ¿A dónde va, cuando se va, la rosa? ¿Qué regazo, qué esfera deleitosa, qué amor del Padre la alza y la reclama?
Esta vez como aquélla, aunque distinto; el Hijo ascendió al Padre en pura flecha. Hoy va la Madre al Hijo, va derecha, al Uno y Trino, al trono en su recinto.
Por eso el aire, el cielo, rasga, horada, profundiza en columna que no cesa, se nos va, se nos pierde, pincelada de espuma azul en el azul sorpresa.
No se nos pierde, no; se va y se queda. Coronada de cielos, tierra añora y baja en descensión de Mediadora, rampa de amor, dulcísima vereda.
Gerardo Diego
Sariasm
*Fondo por Vainica*
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