Contemplo pasiva el paso del tiempo sobre el frío pasto de tu enorme ausencia. Rocé un segundo la breve grandeza que separa el clímax del fango arenoso. Si me equivoqué quizás sea ya tarde su círculo errante no quiere soltarme. La espiral de sueños se ha dispersado perdiendo deseos que nunca llegaron. Mueran en el llanto lo que nunca hubo aquellos reflejos que no han brillado. Y gira la vida golpeando anhelos truncando el camino cada vez más duro cada vez más negro.
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