EL SEÑOR ES COMPASIVO Y MISERICORDIOSO (Sal 102)
Dios podía ser el “Todopoderoso”, un Dios que condena o que salva, caprichoso; un Dios policía implacable, omnipresente, que lleva cuentas secretas de la gente; un Dios que premia y castiga, justiciero; un Dios que exige y amenaza con el infierno.
Pero Dios es distinto, bendito sea. Cuando se abre el cielo, Dios nos libera. Habló con Moisés porque quería liberar al pueblo oprimido de tiranía.
Dios no amenaza, siempre perdona, es fuente de gracia, lluvia de bondad. En sus manos benditas aceite y vino para curar heridas, para eso vino.
Dios es misericordioso, es compasivo, no es rencoroso, no es agresivo. Ternura entrañable, es buen amigo, es Abba y Madre, es como un niño.
Dios no quiere holocaustos ni sacrificios, prefiere otros regalos que sean vivos. Prefiere misericordia y el pan partido, de amor arrobas, la paz por kilos. Prefiere corazones no divididos.
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