5º domingo de Cuaresma
Para llegar a ser misericordioso, de amar como ama Crito, no depende unicamente de nuestras fuerzas, de esforzarnos.
Nada mas es posible si nos dejamos llevar por la mano de Dios y al aliento de su misericordia.
"Aquel de vosotros que no tenga pecado, que tire la primera piedra"
Jn 8, 1-11
|