Dos hombres de negocios descansaban detrás del escaparate, antes de abrir una nueva tienda en el centro de la ciudad.
 Y como la tienda aún no estaba lista,..., tenía puras estanterías vacías....

Entonces, un socio le dice al otro: "Te apuesto que en cualquier momento pasará algún pensionado, pondrá la cara en la vitrina, entrará y nos preguntará qué estamos vendiendo".
Apenas terminaba de decirlo, cuando se acerca una viejita, mira por la ventana, se asoma y les pregunta: "¿Qué están vendiendo aquí"?

Y uno de ellos sarcásticamente le responde: "Vendemos PENDEJOS"
Sin inmutarse, la viejecita les contesta: "Pues les debe de estar yendo muuuy bien, porque nomás les quedan DOS."
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