PING PONG DE PREGUNTAS Y RESPUESTAS
al Cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco
–¿Cómo se presentaría ante un grupo que no lo conoce?
–Soy Jorge Bergoglio, cura. Es que me gusta ser cura.
–¿Un lugar en el mundo?
–Buenos Aires.
–¿Una persona?
–Mi abuela.
–¿Cómo prefiere enterarse de las noticias?
–Leyendo los diarios. La radio la enciendo para escuchar música clásica.
–Viaja mucho en el subterráneo, ¿es su transporte predilecto?
–Lo tomo casi siempre por la rapidez, pero me gusta más el colectivo, porque veo la calle.
–¿Tuvo novia?
–Sí. Formaba parte de la barra de amigos con la que íbamos a bailar.
–¿Por qué finalizó el noviazgo?
–Descubrí mi vocación religiosa.
–¿Tiene algún familiar que también abrazó la vocación religiosa?
–Sí, el hijo de mi hermana Marta. Es sacerdote jesuita como yo.
–¿Alguna afición?
–De joven coleccionaba estampillas. Ahora, leer, que me gusta mucho, y escuchar música.
–¿Una obra literaria?
–La poesía de Hölderlin me encanta. También, muchas obras de la literatura italiana. A I promesi sposi (Los Novios) la habré leído cuatro veces. Otro tanto a La Divina Comedia. Me llegan Dostoievsky y Marechal.
–¿Borges? Usted lo trató.
–Ni qué decir. Además Borges tenía la genialidad de hablar prácticamente de cualquier cosa sin mandarse la parte.
–Borges era agnóstico.
–Un agnóstico que todas las noches rezaba el Padrenuestro, porque se lo había prometido a su madre y que murió asistido religiosamente.
–¿Una composición musical?
–Entre las que más admiro está la obertura Leonora número tres de Beethoven en la versión de Furtwängler, es a mi entender el mejor director de algunas de sus sinfonías y de las obras de Wagner.
–¿Le agrada el tango?
–Muchísimo. Es algo que me sale de adentro. Creo conocer bastante de sus dos etapas.
–¿Sabe bailarlo?
–Sí. Lo bailé de joven, aunque prefiero la milonga.
–¿Su deporte preferido?
–De joven, practicaba el básquet, pero me gustaba ir a la cancha a ver fútbol. Íbamos toda la familia, incluida mi mamá, a ver a San Lorenzo, el equipo de nuestros amores: mi padre era de Almagro, el barrio del club.
(El Jesuita. Conversaciones con el cardenal Jorge Bergoglio, SJ.,
Sergio Rubín y Francesca Ambrogetti,
Vergara editor, pp. 118-120)