Siempre cerramos los ojos a la realidad, no dormimos tan sólo para no soñar, dejamos de reír para no llorar, dejamos de hablar simplemente para no pensar.
Siempre transitamos por el mismo camino, recorremos el rumbo de los demás, sin detenernos a pensar que existen nuevos y mejores horizontes, que nos llevan a otras realidades...
Siempre nos quedamos en el mismo lugar, pues nos da miedo perdernos, nos da miedo imaginar que los sueños tal vez lleguen a hacerse realidad.
Siempre tenemos miedo a equivocarnos a entregarlo todo a cambio de nada. Siempre tenemos miedo a amar sin ser amados, a querer y no llegar a ser queridos...
Siempre hay miedo en cualquier lugar.
Autor desconocido
|