Muchas veces hablamos de cuantas veces la vida nos pasa al lado sin que nos decidamos a tomar el vagon del protagonismo que es el primero, el de la expectativa que es el del medio o al menos el de la esperanza que es el ultimo que siempre se pierde…
Muchas veces les comenté cuanto de bello hay entre los problemas, cuantas flores nacen aun del estiercol y cuantos bellos actos nos rodean entre las miserias de la inseguridad, las crisis financieras, los problemas de solvencia, los incumplimientos que nos hacen caer en mas incumplimientos y las permanentes causas de quebrantamiento del orden establecido entre quienes deseamos vivir en Paz Interior, y queremos lograrla aunque afuera arrecie el temporal de los acontecimientos.
Cuantas veces hemos dejado ir en nuestro vaiven de emociones, en nuestras ganas locas de quedarnos el mundo en el bolsillo cuando el mundo vale tanto como una rosa, una sonrisa o un beso.
Cosas y casos que nos pasan y que no vemos, que no sentimos, no experimentamos en nuestros quehaceres diarios y nos dejamos llevar por la rutinaria cotidianeidad de lo efimero y lo pasajero, mientras que lo esencial es simple, tan arrolladoramente simple que no le damos importancia alguna.
Aprendamos a vivir el presente, disfrutado lo que la vida nos regala...