Un dato interesante
La diosa Ix Chel era para los mayas la deidad
de la Luna. La representaban de distintas
maneras, según las fases de la Luna: como
una mujer joven durante la fase creciente y
como anciana en la fase menguante.
El conocimiento sobre las fases lunares
fue utilizado por algunas culturas
antiguas, como la maya, para medir el
tiempo y calcular el mejor momento para
realizar ciertas actividades o predecir
fenómenos naturales; por ejemplo, lo
usaban como referencia para saber
el momento adecuado para la siembra.
En las zonas rurales, algunas personas
recurren a ese tipo de conocimiento.
En ciertas regiones de México se mide
el tiempo que dura el embarazo de las
mujeres, desde el inicio hasta el parto,
con diez ciclos lunares; ésta es una
costumbre muy antigua que ha pasado
de padres a hijos.
La ciencia y sus vínculos
La ciencia ha ayudado a incrementar el conocimiento que tenemos de la Luna. Las
naves espaciales sólo habían podido tomar fotografías de su superficie, pero en
1969, gracias al avance de la ciencia y la tecnología, los estadounidenses lograron
posarse sobre la superficie de la Luna, convirtiéndose en los primeros seres
humanos en llegar a ella. En la década de los setenta, la Unión Soviética (de la
que era parte Rusia) envió un robot (Lunajod-1) a explorar la superficie lunar.