He extrañado tantas veces el estar junto a ella, he querido despertar y verle aunque sea sólo un instante frente a mí, he vuelto a mirar hacia atrás intentando ver todo eso que compartimos y que nunca supe cuidar, pero quizás busco algo en lo poco que le di y en lo otro que aún le debo… Lo siento por no saber cómo hacerle feliz o por haberle hecho tantas veces sufrir… Lo siento amor, pero en verdad duele, me duele de lo tanto que ella guardó en mí, y de lo otro que nunca le ofrecí. Si supiera cuantas veces le he buscado, incluso en mis sueños no logro olvidarme de ella, si supiera cuántas veces he fingido que no me duele y que ya no es parte de mí, pero he intentado tantas veces sin intentar…

Desearía verle aunque sea un momento… Un instante. Para sacarme ese fantasma que me sigue y que no he podido borrar. Desearía jugarle mis últimas Cartas a la vida y apostarle eso que ya no tengo, que he perdido… Pero que me gustaría recuperar. Le apostaría mi vida entera por eso que hace tiempo que se me fue, por aquello que se marchó en forma de poema, de verso, en forma de soneto pegado a una hermosa canción, por aquello que se me fue y quizás nunca regresara. Aquello que se llevó guardado en el corazón; trocitos de mí… Cuánto tiempo tendré que esperar por aquello que aún me niega la vida, que por más que intento no logro ni siquiera acariciar. Mi alma grita por un susurro de su voz, mis ojos llorar por no poderse reflejar en esos ojos miel.

Mi corazón no late igual, como cuando le conocí… Y como cuando estaba junto a mí. Y yo…sólo pienso…ya nada volverá a ser igual. Para que escribir si no hay a quien darle lo escrito, las lágrimas se han suicidado cansadas de tanto llorar, y sólo me quedan los recuerdos de eso que algún día fuimos y de eso que algún día seremos. Se marchó de mi vida así como llego; tranquila, sin ruido y sin prisa. Me dejo sólo y su ausencia me dolió que quedara varado y perdido en la senda de la soledad. El olvido me pesa tanto que… Aun me duele. Y sé que si algún día le vuelvo a mirar… Sólo le diré… Aun te guardo ese beso… Por si lo quieres. Si, aquel beso perdido que le negaron mis labios el día de su despedida, aquel día en donde fingí que no me dolía aunque el dolor me iba por dentro y con una mueca de tristeza… Sólo sonreí.

Donde se esconde ese beso perdido que aún me niegan sus labios, donde puedo encontrar aquel camino que me lleve a su lado, o aquel susurro tenue de su voz que me diga que somos más que dos. Como puedo curarme de aquella herida que me deja su ausencia, de aquel dolor que aun siento en el interior, como vivir intentando ser feliz… Si ella se llevó todos mis sueños por venir. Cuando ella se fue se despidió también un “Te quiero” acompañado de un “No me olvides” y las marcas del dolor me quedaron impregnadas en el corazón. Aun la recuerdo… Aun la siento, y parece que fue ayer cuando apretado en sus brazos le miraba y en silencio le decía; nunca me digas adiós.

Aun soy el mismo… Aquel que nunca le dijo una frase bonita, aquel que frente a frente se quedaba sólo en silencio… Ese que nunca necesito palabra alguna para expresar lo que sentía. Aun soy el mismo…Aquel que con la mirada decía más que lo expresado, ese que dejaba el alma en una hoja de papel, Si…Esto es para ti “Para ella” y aun sabiendo que quizás nunca le daré este folio de papel, escribo para que mis pensamientos, o aquello que deseo decirle quedé escrito aquí y no sólo en mi memoria. Tal vez sea tiempo de dejarle ir, tal vez ha llegado el momento de deciros adiós, pero ella bien sabe que donde valla ira, que si me pierdo me tendrá y eso que compartimos quedara allí donde todo queda y nada se va; en vuestro corazón

No le digo adiós sino hasta pronto, y que mi calor le llegue allí donde está, que le arrope en aquellos días duros y atenué el dolor. Le dejo esto que le pertenece, pues sin ella no existiría, y tal vez… Sólo tal vez nos vuélvalos a mirar, en otro tiempo, en otro momento…en otra vida. Y sabrá que aquel que un día fui, es el mismo que escribe esto, ese que no le ofrece el mundo entero, sino sencillamente; su alma, su vida y su corazón.

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