Estaba yo como quien sueña su anhelo; sonriente con la mirada hacia el cielo; mostrando al mundo su corazón sincero; que por amarte ha sido prisionero.
Estaba yo soñando a lo lejos; ajeno a tu cariño y tu presencia; perdiendo de por si mi fiel conciencia; imaginando tus hermosos ojos.
Ahí estaba yo con la mirada perdida; iluminada solamente por saber que existes; haciendo sólo tuya mi entera vida; convirtiendo felices los días tristes.
Y ahora yo, aun sin verte; pensando que me quieres todavía; sigo soñando vivir aquel día; el de estar a tu lado eternamente.
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