No por mi boca sabrás lo que quiero revelarte; No por mis manos tendrás las caricias que quiero darte; No con mis ojos veré tu belleza y tu figura Mis oídos no escucharán de tus cantos la tesitura.
Mis labios solo serán Testigos mudos y en calma Del beso vano y sutil que desespera y desarma, Que se escapó de mi ser, cuando despuntaba el alba, En una cruel sucesión de pensamientos y rabias.
Con un suspiro yo supe por qué te adoraba tanto; Prefiero callar por siempre, antes que pecar hablando Del gran amor que yo siento Y que por dentro me está matando.
Alguna vez tú sabrás de las mil y una añoranzas, Que se quedaron prendidas en el fondo de mi alma; Más no será por mi boca, que te enteres de mi karma; De la angustia que yo llevo, que tortura y no descansa, Que se fraguó en el crisol de la pena y la esperanza.
No por mi boca sabrás que quise ofrecerte un día Los bellos rayos del sol para ofrendar tu belleza, Mas esto no bastaría, A pesar de la grandeza, Para hacer que mis labios pronuncien Un: te amo vida mía.
No por mi boca sabrás Lo que yo quiero decirte, Y que me obligó a callar Por miedo, tal vez, de herirte; Dejándome sin razón, si conciencia y sin aliento; Pensando, quizás, que nunca llegará el cruel momento En que te enteres por otros, De lo que yo por ti siento, Y de lo que por mi boca... ¡Nunca sabrás!
Desconozco autor
Comparto de la red
|