Hay ángeles que están destinados a volar hacia abajo dentro de la oscura niebla. Frecuentemente, son atrapados allí y por un tiempo, pierden sus alas y están perdidos a veces por casi toda su existencia. Realmente no importa, aún son ángeles los ángeles nunca mueren. Ellos saben que la niebla se irá un día al menos por un momento. Y saben que serán reclamados entonces, al fin, por un cielo dorado.