La puntualidad es un disciplina que consiste en estar a tiempo para cumplir nuestros compromisos como una cita de trabajo, una reunión de amigos, un compromiso en la oficina, etc.
Se que sonaré a papá, pero la puntualidad es básica para forjar carácter y orden que desencadena en ser confiables.
¿Porqué no somos puntuales?
La persona que no es puntual, lo primero que denota es desorden y falta de planeación en sus actividades, aunque por el otro lado, el interés y el deseo están muy ligados con la impuntualidad, ¿porqué es esto?, pues porque cuando nos interesa algo, como una cita de trabajo o una cita con la pareja, estamos incluso 20 minutos antes de lo acordado en el lugar, por otro lado si tenemos una cita con el dentista, tratamos de aplazarlo lo más que podamos.
Esto resulta obvio, ya que siempre habrá actividades que nos interesan más que otras, pero el simple hecho de vivir y administrar nuestro tiempo conforme a nuestros gustos, tarde o temprano nos hace “comodinos” y reafirma el vicio de llegar tarde.
Por otro lado, el orden es otro factor que es determinante en la puntualidad. Cuando no tenemos claridad de ideas o prioridades, no hay un “mapa temporal” que seguir, por lo que es normal que el tiempo se pierda mas fácil. Esto lo podemos ver desde el punto de vista del orden, pero también es muy cierto que la puntualidad puede derivar de una actitud egoísta, argumentando que el tiempo de los otros es menos valioso que el propio, lo cual es una posición totalmente irrespetuosa.