Señor, encendemos esta vela,
como quien enciende su lámpara,
para poder caminar, en medio de la noche,
al encuentro del Amigo que llega.
Por eso hoy oramos: "Ven, Señor Jesús !"
Pero nuestro grito
sale de un corazón pobre y débil.
Señor, a lo mejor vienes
y nos hemos ido.
A lo mejor vienes
y nuestro corazón no te acoge.
Como el que pronto
se cansa de vigilar y esperar.
Danos fuerzas para permanecer
a la espera de tu venida
para abrirte la puerta cuando llames.
Así podremos sentarnos a tu lado
y escuchar la Palabra del Padre
que vienes a anunciarnos;
y crear con todos los hombres y mujeres