El Triunfador es Confiable
A todos nos gusta tratar con personas en las que podamos confiar.
De hecho, preferimos tener amigos que posean esa cualidad. Como que nos proporciona una gran seguridad rodearnos de personas altamente confiables.
Sí, la confiabilidad es una de las grandes cualidades de una persona exitosa.
Sí, la confiabilidad es una de las grandes cualidades de una persona exitosa.
En el mundo de los negocios se le da gran valor, pues todo empresario o director de empresas desea tener personas confiables en su organización.
Por desgracia no hay muchos que se puedan llamar confiables, por eso los pocos que hay llegan a ocupar los principales puestos en las compañías y organizaciones de todo tipo.
El triunfador nunca promete lo que no cree poder cumplir.
El triunfador nunca promete lo que no cree poder cumplir.
Antes de comprometerse a algo estudia cuidadosamente sus posibilidades y se determina que cumplirá, entonces acepta el compromiso, si se considera que puede fallar, simplemente se excusa, o bien, indica claramente que puede intentar hacer lo que se le pide, pero no tiene la certeza de qué podrá hacerlo bien y el tiempo requerido.
Aprende a ser confiable.
Aprende a ser confiable.
Empieza por cumplir todo lo que prometes a tus padres, a tus hermanos, a tus amigos.
Sé confiable en las cosas pequeñas en las grandes y con todas las personas.
La confiabilidad es un hábito que debe volverse natural, automático y siempre.
No importa a quien le prometas algo, cúmplelo a como dé lugar.
No importa a quien le prometas algo, cúmplelo a como dé lugar.
Y si no sabes si podrás cumplir, abstente de prometer. Recuerda que quienes son confiables están destinados a los grandes logros.
¿Tú crees que pueda ser elegida como presidente una persona en la que no se pueda confiar? Yéndonos a otro nivel, darían los dueños de una empresa el puesto de director general a una persona que no sea altamente confiable?
Nadie es tan ingenuo como para poner en manos de un deshonesto el dinero, el edificio, la maquinaria, etc. de una empresa, ya que esa persona puede utilizar esos recursos para sus propios fines.
Nadie es tan ingenuo como para poner en manos de un deshonesto el dinero, el edificio, la maquinaria, etc. de una empresa, ya que esa persona puede utilizar esos recursos para sus propios fines.