Padre bondadoso, os pedimos humildemente,
que seais el socorro de los pobres y su defensor.
Reúne, Señor, a todos los pobres de la tierra, que nuestro orgullo ha dispersado.
Devuélvelos la tierra que siempre ha sido suya, y que nuestra avaricia los ha robado.
Libéralos de la esclavitud y la opresión a que nuestra prepotencia los ha condenado.
Seas Tu su honor y su dignidad que nosotros no hemos sabido respetar.
Que encuentren en Ti la riqueza y la esperanza de las cuales nosotros les hemos espoliado.