Aceptar el mundo tal como es...
No todas las cosas que nos rodean nos agradan pero sin embargo, muchas veces tendremos que aceptarlas porque no podremos cambiarlas.
En un caso así es mejor acomodarnos y no oponer mucha resistencia, para que no se nos haga mas dificil convivir con ellas.
San Agustín decía: “Dios mío, dame fuerza para cambiar las cosas que puedo cambiar,
dame serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar...
y dame sabiduría para distinguir la diferencia”.
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(Mensajes para el alma)