La Luna
La luna se puede tomar a cucharas ó como una cápsula cada dos horas. Es buena como hipnótico y sedante y también alivia a los que se han intoxicado de filosofía. Un pedazo de luna en el bolsillo es el mejor amuleto para la pata de conejo: sirve para encontrar a quien se ama, para ser rico sin que lo sepa nadie y para alejar a los médicos y las clínicas. Se puede dar de postre a los niños cuando no se han dormido, y una gota de luna en los ojos de los ancianos ayudan bien a morir. Pon una hoja tierna de luna debajo de tu almohada y mirarás lo que quieras ver. Lleva siempre un frasquito del aire de luna para cuando te ahogues, y dale la llave a la luna a los presos y a los desencantados. Para los condenados a muerte y para los condenados de la vida no hay mejor estimulante que la luna en dosis precisas y controladas. |