Se quema tu choza.
Un día se fue a pescar y regresó corriendo al ver que se quemaba su choza, pero no pudo salvar nada.
Después de haber perdido todo, anduvo vagando en la isla como sonámbulo, ya sin esperanza.
El náufrago estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía: "Como pudiste hacerme esto?." Entonces se quedó dormido.
Temprano a la mañana siguiente, escuchó asombrado la sirena de un buque que se acercaba a la isla.
¡Venían a rescatarlo!
Al llegar sus salvadores les preguntó:
"Como sabían que estaba aquí?."
Y ellos le respondieron:
"Vimos las señales de humo que nos hiciste...."
Recuerda, la próxima vez que "Tu pequeña choza se queme..."