Hoy no es navidad, ni año nuevo, ni tu cumpleaños.
Hoy es un día normal, pero un día para ti.
¡FELICIDADES!
Porque estás viviendo. Respiras,
caminas, tienes hambre y alimentos con
que saciarte, tienes sed y agua para beber.
Tus ojos están abiertos para percibir
el brillo de mil colores, tus oídos registran
los sonidos más variados, tu tacto, tu piel,
experimentan el escalofrío de mil sensaciones.
En tu interior se despierta una
variedad de sentimientos, de ideas, de preguntas
y respuestas, de palabras y silencios.
¡FELICIDADES!
Porque vives ahora y aqui, porque
tienes una familia, amigos que te aman, un hogar
donde llegar cada día después del trabajo.
Porque eres capaz de amar y ser amado/a,
de gozar la paz y tambien de darla a los demás.
Porque poco a poco con algún sufrimiento
y con alegrías, vas construyendo tu vida como
persona, como criatura de Dios, esposo,
esposa, madre, padre, hijo, hija, hermano,
hermana, amigo, amiga, en el día a día.
¡FELICIDADES!
¿Verdad que vale la pena que te feliciten
aunque no sea un día especial?
¿Pero... quieres decir que hoy no es un "día especial"?
Tienes a tu lado a personas que te aman
y te valoran, y personas a las que puedes
amar y tienes un Dios al que puedes amar.
¿O te falta alguna otra cosa?
¿Te podemos felicitar o no?
No te agobies por el mañana...
"No te preocupes por el mañana,
porque el mañana traerá sus propias
preocupaciones.
A cada día le bastan sus quebraderos de cabeza”
(Mt. 32-34)
SI, ¡FELICIDADES!
Porque hoy has reconocido
la infinita posibilidad de abrir un universo
nuevo cada mañana de tu vida.
Recuerda: Vive en plenitud.
Haz el bien sin mirar a quien.
Autor desconocido