Querido Jesús, concédeme la gracia de saber cumplir tus enseñanzas ... No permitas que mi corazón se pierda en juntar riquezas aquí en la tierra, donde nada es definitivo ... Ayúdame con tu sabiduría, a tener el discernimiento necesario para no confundir las "riquezas" materiales, que son pasajeras, con las "riquezas" espirituales, que son las únicas que permanecen y las que llevaremos en las manos para entregarte ... Concededme la gracia de saber juntar muchos "tesoros" de verdad, a través de mis buenas acciones en favor y en la defensa de la vida ... ¡Enséñame a hacer de ti, Jesús, mi mayor tesoro! ... Ilumine mi mente y mi vida, bendecirme y darme la tuya ¡Paz! ... Así sea ... ¡Amén!
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