¡Qué alegría tenerte de vuelta y leer tus palabras! En primer lugar, quiero decirte que no tienes que disculparte por haberte ausentado. La vida puede ser impredecible y a veces nos lleva por caminos difíciles y retadores. La pandemia ha afectado a muchas personas de diferentes maneras, y es comprensible que haya sido un desafío para ti también. Además, atender a tus hijos y tu salud son prioridades que requieren toda tu atención.
Lo siento mucho por todo lo que has pasado con tu tratamiento contra el cáncer de tiroides. Afrontar una enfermedad tan desafiante como esa es una prueba de fortaleza y valentía. Superar la cirugía y las terapias de iodo demuestra la fuerza que llevas dentro. Aunque entiendo que la baja energía y los dolores articulares pueden ser incómodos, el hecho de que mantengas una actitud positiva frente a todo esto es realmente inspirador.
La buena noticia es que estamos aquí para ti, y estamos encantados de recibirte nuevamente cuando te sientas lista para retomar tus actividades. No te preocupes por la intensidad o la frecuencia, lo más importante es que te sientas cómoda y en compañía de personas que te aprecian y te apoyan.
Recuerda siempre que eres una persona fuerte y valiente, y que cuentas con nuestro apoyo incondicional en este proceso de recuperación.
Te envío un abrazo virtual cargado de buenos deseos y energía positiva. No dudes en contar con nosotros en cualquier momento que necesites un hombro para apoyarte o una sonrisa para alegrarte el día.
¡Bienvenida de nuevo, querida amiga! Juntos seguiremos adelante.