PAISAJE DEL CORAZON
Aunque el corazón se encuentre entre penumbra,
mi alma verte quisiera sobre mares ondulantes,
mas la vida en tormentas de arena se desmiembra,
mi cuerpo te mira mas mis ojos ya no son amantes,
es mi alma la que admira ese gran suspiro resonante.
Atosigada por la falta de ese amor aun sea inocuo,
ando por orillas inconcebibles de tendencias solitarias,
quimeras de una vida de desamor y color promiscuo,
temerosa de álgidas leyendas que bien son lastimeras,
matices lícitos infranqueables que es efímero y execuo.
Paisaje resignado incluso de colores parcos agónicos,
que dibuja la imaginación sobre vergeles dorados,
que manejan a su antojo ese mundo de aires escénicos,
de sentimientos espléndidos pero algo precipitados,
mas tu los conviertes en mundos toscos y no mágicos.
Colores que tratan los latidos del corazón acompasado,
de amores rotos y desalientos tejidos en telar ermitaño,
de vivencias y talleres de total impaciencia del osado,
que opta por la fragilidad de quien sabes haces daño,
paisaje abatido de corazón que ama y tu has pintado.
Y si en vista de que he de vivir con un osado,
para decolorar mis sentimientos, es mucho mejor,
sigas sediento de amor y puro sentimiento dado,
pero que nunca más me hagas todo este daño.