Y llené mi alma de ti.
Colmé cada poro de mi piel de aroma embriagador
Que derrota mis sentidos.
Engreído y audaz en el camino
Recorrí idílicas sendas a través de tu cuerpo.
Aquella que devuelve luz intensa y fugaz de tus ojos.
Conduzco raudo sobre el viento que mueve tu pelo hasta alcanzar tus labios
Habidos de deseo, portadores de la sensualidad y el placer.
Un pecho erizado y firme sobre el horizonte de la desesperación
Es faro en mi deambular nervioso y excitado.
Acorto la distancia severa, ante una mano temblorosa
Por acariciar tus pómulos.
El abrazo embriagador de tu pecho
Siembra entre ambos la semilla de la necesidad.
Germina, crece, desarrolla al abrigo de nuestros cuerpos
Excitando cada gota de sudor que nos envuelve.
En instantes, fulminamos tras la brea
El destino de nuestros sexos.
Enlazados, danzando bajo la leve música del amor
Gozan ausentes en la batalla cálida del placer.
Sangrantes de excitación y energía
Cruzan el camino que los conduce al éxtasis.
Que dulce es la muerte entres tus brazos.
Que mágica la vida entre tu pecho.
Que audaz el placer sobre tu sexo.
Pero que plena la esencia entre tus labios.
Saludos
kuko