Carta Sin Fecha
Amigo: Sé que existes, pero ignoro tu nombre. No lo he sabido nunca ni lo quiero saber. Pero te llamo amigo para hablar de hombre a hombre, que es el único modo de hablar de una mujer. Esa mujer es tuya, pero también es mía. Si es más mía que tuya, lo saben ella y Dios. Sólo sé que hoy me quiere como ayer te quería, aunque quizás mañana nos olvide a los dos. Ya ves: ahora es de noche, yo te llamo mi amigo; yo, que aprendí a estar solo para quererla más; y ella, en tu propia almohada, tal vez sueña conmigo; y tú, que no lo sabes, no la despertarás. ¡Qué importa lo que sueña!. Déjala así, dormida. Yo seré como un sueño sin mañana ni ayer. Y ella irá de tu brazo para toda la vida, y abrirá las ventanas en el atardecer. Quédate tú con ella. Yo seguiré el camino. Ya es tarde, tengo prisa, y aún hay mucho que andar, y nunca rompo el vaso donde bebí un buen vino, ni siembro nada, nunca, cuando voy hacia el mar. Y pasarán los años favorables o adversos, y nacerán las rosas que nacen porque sí; y acaso tú, algún día, leerás estos versos, sin saber que los hice por ella y para ti..... Jose Antonio Buesa
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