Naufragio
Perdido sin un faro de amor que guíe,
Transito las frías aguas del destino,
Capitán de todos los corazones,
Marinero de todos los ojos,
no se ir a la deriva.
Una tormenta impiadosa
destruyó mi barco,
Una ola de desamor
rompió mástiles y velas,
La noche entera pareció
posarse sobre mi nave,
La tripulación quedó diezmada.
Cuando la tormenta se fue
no quedó nada,
Maderas quebradas
corazones sangrantes,
Los labios secos por el agua
salada de las lágrimas,
Y el eco de tu nombre
zumbando en la inmensidad.