El Primer Bofetón - EL RECUERDO DE MI SUEÑO

Hace unos días se celebró en Las Palmas de GC un juicio en el que el acusado, G.N.S., impuso el terror familiar en su hogar durante 17 años. Un régimen de terror que fue relatado en el acto judicial pero que no había trascendido las cuatro paredes de la casa y que si finalmente lo hizo fue por la presencia de sus hijos y su mujer en el centro de salud; una, porque al parecer intentó asfixiarla, otra por las agresiones que presentaban las criaturas; más tarde por una serie de hematomas que no eran, ni mucho menos, consecuencia de las recurrentes "caídas por las escalera".

El acusado llegó a negarles a sus hijos hasta un vaso de leche de manera que los niños iban a clase con la barriga vacía, una tontería comparada con la saña que empleaba para golpearlos. Leo que su mujer lo denunció varias veces pero que luego, aterrada, no se ratificaba. Y es que en todos los casos los palos son poderosas razones para intimidar a una mujer desamparada. Al parecer desde que los menores tenían cinco años su papá abusó de ellos, tal como lo había hecho de su mujer y parece también que para G.N.S. cualquier excusa era buena para imponer el miedo. Nadie diría viendo el aspecto del ya condenado que detrás de su semblante tranquilo habita el guionista de su particular película de terror.

Terrible historia la que ha vivido esta familia del norte de la Isla y sintomático que el clima terror no haya trascendido. ¿Nadie del entorno conocía la situación vivida durante 17 años? Cuesta creerlo. El debut del presunto maltratado en el mundo de los golpes, tal como contó su mujer, fue un primer bofetón. Justo ése es el que hay que parar como sea porque el siguiente es exhibir el poderío con una brutalidad inusitada. De la saña machista sabemos mucho en estas islas donde, para sonrojo de todos, el listado de mujeres asesinadas figura entre los primeros del país. Leer parte de la sentencia condenatoria por los abusos físicos que infligió a sus hijos y a su mujer produce escalofrío