Órgano en la catedral
¡Oh, desmayo dichoso...! Fray Luis de León
Rompe su sueño el órgano, y resuena como una selva virgen de rugidos, timbales y relámpagos buidos. y las bóvedas brincan en la escena.
Ya en calma, su dulzura amiga estrena, como un ave, sus cantos no aprendidos, adelgaza, celestes, sus sonidos y, todo luz, el aire se serena.
Y penetra en tu alma todo el oro dulce de una armonía nunca escrita ni hablada ni cantada. Es otro coro
que, en su embeleso, llega hasta la playa del silencio y su música infinita... Y en sus brazos el alma se desmaya.
Rafael Alfaro
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