Y el olvido nos ganó la vida, y la vida se fue quedando con nuestros sueños, y nuestros sueños se llenaron de vacíos, y los vacíos su completaron con espectros... mientras la playa ataviada de soles de otoño se fue cambiando en ausencias... y las ausencias tomaron fuerza hasta acabar por completar nuestras ilusiones. y así, somos dos fantasmas que se enfrentan al infame destino del adiós aún con el amor intacto... pero olvidado. Juan José Mestre. Comparto de mi correo |