Un ama de casa de 65 años descubrió durante un entierro en el norte de Brasil que el cuerpo que iba a sepultar no era el de su marido, que según el hospital donde estaba internado había fallecido, y ahora no sabe si es viuda pues desconoce lo que pasó en realidad.
Sebastiana Cunha, que vive en la pequeña ciudad de Araguaná (Estado de Tocantins), busca a su esposo, el labrador José Barbosa, tras descubrir que el cuerpo que estaba en el féretro para ser enterrado no era el de él.
Barbosa fue internado en un hospital para enfermedades tropicales, aquejado de tuberculosis, donde aparentemente falleció, por lo que los médicos aconsejaron que el ataúd fuese sellado para su sepultura.
El féretro era muy pequeño
Sin embargo, durante el cortejo fúnebre la familia y amigos tuvieron dudas debido al peso y tamaño del féretro y mandaron abrirlo.
"El cajón pesaba mucho y era demasiado pequeño para la estatura de mi marido", dijo muy sorprendida la mujer, que se encontró un hombre que no tenía nada en común con su pareja, además de una herida que le atravesaba toda la espalda.
La Policía busca ahora a Barbosa y va a realizar pruebas de ADN y una autopsia al cuerpo que hallaron en el ataud para poder identificarlo.