y en el verso se consumen
las últimas cenizas
de mi alma incendiada...
Amanece el poeta
en la fiebre divina.
Náufrago tránsito,
fulgor y tinieblas.
No amanece el poeta,
ya nadie duerme.
Péndulo inmóvil,
bendita desmemoria.
"Vengo de donde viene mi amigo el
viento,
traigo aromas de luz que trovaron los cerros
y armonías calladas de la noche más bella".
“La pelota que arrojé
cuando jugaba en el parque
aún no ha tocado fondo”
Dylan Thomas
Para ti con el cariño de siempre
Criztal Fugaz.
|