TÚ VALES MUCHO
¿Por qué llorar mientras voy andando, si otros ríen y no tienen pies?
¿No crees que sería bueno hacer un inventario de los bienes que
has recibido para así vivir con mayor alegría y optimismo?
¿Por qué vivir pensando en el 10 % de las cosas que nos hacen sufrir,
y no recordar el 90 % de las cosas que nos suceden bien?
En tu cuerpo hay 800 mil millones de células trabajando continuamente
y obrando todas en tu favor y en perfecta armonía.
En tu cerebro tienes 13 mil millones de neuronas trabajando tan sabiamente
a tu favor, que si las quisieras reemplazar por la máquina computadora
más perfecta del mundo, esa máquina electrónica ocuparía el sitio
de un edificio de setenta pisos de alto.
En tus ojos, Dios ha depositado 100 millones de receptores
que te permiten gozar de la magia de los colores, de la luz,
de la simpatía de las personas y de la majestad de la naturaleza.
En tus oídos hay 24 mil millones de filamentos que vibran con el viento,
con el reír de los niños, con la suave música de las orquestas, con el trepidar
de las aguas espumantes y al escuchar las palabras amables
de las personas que estimas.
Eres una persona humana, y el ser humano es el único animal que puede hablar,
para calmar al airado, animar al abatido, estimular al cobarde y decir...
Te amo.
Te puedes mover, no eres un árbol amarrado a una pequeña porción de tierra.
Puedes pasear, correr, bailar y hacer deporte.
Para ello tienes 500 músculos, 200 huesos y 7.000 nervios,
sincronizados para obedecerte y llevarte a donde quieras.