Cultiva la Alegría
Cultiva la alegría en alto grado.
Alegría no es ruido, es el estado del alma de quien siente en sí, la plenitud de la vida.
La alegría nace de nosotros mismos, de la conciencia tranquila, del cumplimiento exacto de nuestros deberes, y vibra en nosotros a pesar de todos los sufrimientos, calumnias e injusticias.
Sé siempre alegre, y cuando la tristeza quiera cubrir el sol de tu vida, eleva una oración al Padre,
y la luz brillará siempre en ti.
No seas esclavo del pasado, ni de los recuerdos tristes. No revuelvas una herida que está cicatrizada. ¡Lo que pasó, pasó! De ahora en adelante, procura construir una vida nueva dirigida hacia lo alto, y camina hacia delante, sin mirar atrás.
Haz como el Sol, que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.
Sé siempre alegre.