Para mí estos caminos inevitables son cuatro:
1. El camino del encuentro definitivo con uno mismo,
que yo llamo El camino de la Autodependencia.
2. El camino del encuentro con el otro, del amor y del sexo,
que llamo El camino del Encuentro.
3. El camino de las pérdidas y de los duelos,
que llamo El camino de las Lágrimas.
4. Y el camino de la completud y de la búsqueda del sentido,
que llamo El camino de la Felicidad.
A lo largo de mi propio viaje he vivido
consultando los apuntes que otros dejaron de sus viajes
y he usado parte de mi tiempo en trazar mis propios mapas del recorrido.
Mis mapas de estos cuatro caminos
se constituyeron en estos años en hojas de ruta
que me ayudaron a retomar el rumbo cada vez que me perdía.
Quizá mis libros puedan servir a algunos de los que,
como yo, suelen perder el rumbo, y quizá, también,
a aquellos que sean capaces de encontrar atajos.
De todas maneras, el mapa nunca es el territorio
y habrá que ir corrigiendo el recorrido cada vez que nuestra
propia experiencia encuentre un error del cartógrafo.
Sólo así llegaremos a la cima.
Ojalá nos encontremos allí.
Querrá decir que ustedes han llegado.
Querrá decir que lo consegui también yo.