Las palabras son más dolorosas que
vivir en un torbellino sin salida, se quedan grabadas en tu mente,
siempre son recuerdos que lastiman tu vida; la vida es tan irónica que
nunca sabes si un día te encontraras con La persona que lastimo e hirió
tus sentimientos.
La vida es una jornada, no un
destino y no puedo decir lo que mañana pasará, a su paso nos deja
alguna huella, a veces duele, lastima el corazón, otras nos deja una
satisfacción y una sonrisa dibujada en los labios; cuando la tristeza
inunda el corazón, no pensamos más que en las cosas que tanto daño nos
hicieron, pero siempre hay un motivo, una razón para olvidar y que la
felicidad regrese a nuestra vida, aunque sea sólo unos instantes.
Quien
dice que las personas no se equivocan, tú, no verdad, yo tampoco,
porque la vida es una nube que cambia constantemente y te hace verla de
distintas maneras. El ser humano es erróneo por naturaleza, porque
nadie nos enseña como vivir la vida.
Pero nos hace
únicos, cuando aceptamos esos errores. El sentimiento más infalible, de
tu sencillez es el motivo por el cual vale la pena aceptar los errores.
Existe alguien que sabe de tus tristezas y amargas
noches de soledad, su resplandor te roba un suspiro. Te observa y te
estrecha entre su noche y sus estrellas, te acaricia a través del
viento. Te es fiel y llora contigo, se esconde por las mañanas para que
nadie vea el inmenso dolor que siente cuando tú sufres, ella, quien
siempre esta allí, "la luna".
Escribir, es algo tan hermoso, que fluye como las olas del mar.
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