Las realidades más grandes y más bellas,
tanto más las tendrás
cuanto menos las poseas y retengas.
Si quieres tener el mar,
contémplalo,
y abre tus manos en sus aguas
y todo el mar estará en ellas;
porque si cierras tus manos para retenerlo,
se quedarán vacías.
Si quieres tener un amigo peregrino,
déjalo marchar y lo tendrás;
porque si lo retienes para poseerlo,
lo estarás perdiendo, y tendrás un prisionero.
Si quieres tener el viento,
extiende tus brazos y abre tus manos
y todo el viento será tuyo;
porque si quieres retenerlo
te quedarás sin nada.
Si quieres tener a tu hijo,
déjalo crecer,
déjalo partir, y que se aleje,
y lo tendrás maduro;
porque si lo retienes poseído
lo pierdes para siempre.
Si quieres tener el sol
y gozar de su luz maravillosa
abre los ojos y contempla;
porque si los cierras
para retener la luz que ya alcanzaste,
te quedarás a oscuras.
Si quieres vivir el gozo de tener
libérate de la manía de poseer y retener.
Goza de la mariposa que revolotea,
goza del río que corre huidizo,
goza de la flor que se abre cara al cielo;
goza teniendo todo y
sin poseerlo, retenerlo.
¡Sólo así gozarás de la vida,
sabiendo que la tienes sin poseerla,
dejándola correr sin retenerla!
Anónimo