No hay que olvidar
No hay que olvidar qué sembraste a la hora de recoger los frutos de tu vida, nada es porque sí. La siembra siempre es voluntaria, la cosecha obligatoria.
Recuerda que infaliblemente recogemos aquello que hemos sembrado.
Si estamos sufriendo, es porque recogemos los frutos amargos de los errores que hemos sembrado en el pasado. Permanece alerta en lo que se refiere al momento presente.
Planta semillas de optimismo y de amor, para que el día de mañana puedas recoger frutos de alegría y de felicidad. Cada uno recoge exáctamente, lo que sembró.
"Si no te gusta lo que recibes, presta atención a lo que emites"