Bob Dylan ha anunciado que cede los derechos de su próximo disco de canciones navideñas al PMA (Programa Mundial de Alimentos). Ya sabíamos que Dylan es un artista comprometido, y de paso digo que no entiendo muy bien cómo celebra la Navidad un musulmán, ¿o es que ya Dylan no lo es? Pero esa es otra historia. Cuando los ricos y famosos, sean comprometidos o no, hacen donaciones o intervienen en festivales a favor de algo, me pregunto cuánto tiene de solidaridad generosa y cuánto de cultivo de la propia imagen.
Por otra parte, hay gente muy prestigiosa que incluso gana premios con fotos o documentales sobre las desgracias de otros. Yo esto no acabo de encajarlo, porque recuerden si no al periodista Kevin Carter, que tomó en Sudán la foto de una niña muriéndose de inanición mientras un buitre espera pacientemente. Esa foto ganó el Pulitzer en 1994 y Carter se suicidó un mes después. Es una historia tremenda desde todas las vertientes . Por eso el gesto de Bob Dylan tiene doble valor: el económico (que será mucho) y el mensaje que envía a todo el mundo. No esperábamos menos de él, y si eso mejora todavía más su imagen, se lo merece.
Hace unos días un amigo me envió este enlace. Se lo recomiendo, son sólo tres minutos
Aunque supongo que es una ficción para llamar la atención, sobre la actitud de estos "periodistas", que por un momento de gloria, se convierten en asesinos por omisión de socorro.