No me arrepiento de lo vivido, fue algo sublime, si tuviera que volver a vivir a sabiendas del dolor que produce, lo haría mil veces.
Fue un bálsamo de salvación, una experiencia inolvidable un motivo dulce y querido un regalo incomparable
Fue una poesía vivida que escapa a ser traducida en palabras, que poeta alguno ni siquiera intentaría componer un soneto de nuestro idilio por temor a quedarse corto en su intento.
Entonces, como puedo arrepentirme de haber entregado mis más sentidas emociones a ese ángel de etéreas dimensiones que me entrego todo su ser, con tal generosidad que ser humano no podría describir
No me avergüenza decir, porque no todo el mundo puede amar con tal desprendimiento, y yo…yo le ame con un amor del bueno
Y aun a sabiendas que su cuerpo yace en otros brazos con incontrolable alegría mi coleto me dice que su corazón es mío.
No siento dolor, pues en mi rostro se dibuja una amplia sonrisa, y mi corazón en una carrera incontenible me grita que amar es un festival ,de incontrolables emociones
Mi cuerpo se siente liviano, como un bajel impulsado por blancos lienzos sobre la espumosa superficie de un océano de recuerdos.
Y tiemblo. con un dulce tremor despertado por las caricias que un día fueron tan propicias a mis abrigados sentimientos
Que gozosos se alimentaban del néctar emanado de los labios de aquel que me ofreció su amor incontrolado.
Y muero en el intento de un olvido anticipado que me llena, ante mi amor sosegado todo quedo en el camino ,las ilusiones paralelas mas nunca podre olvidarle porque su recuerdo me sustenta