Saber escuchar...
Dentro de la depresión existe un motivador común… La infinita sensación o certeza de soledad, la persona deprimida considera un hecho el que nadie se preocupe o le dé atención a su situación sea cual fuere, no necesariamente se debe estar atravesando un problema para necesitar el consejo de un amigo.
Quién es un amigo?, aquel que ante todo sabe aconsejar y sobre todo escuchar; estamos rodeados de personas que repiten un discurso muy largo sobre todo lo que les fastidia a lo largo de su rutina diaria; si dedicamos más tiempo a escuchar, comprender, callar, antes que hablar, estaremos dando un paso significativo en ayuda del que adolece de depresión. La persona deprimida puede ser cualquiera de nosotros, y quién no necesita de la palabra dócil y confiable de un buen amigo. Recordemos las sabias palabras de Jesús cuando nos dijo… “Amaos los unos a los otros como Yo os he amado”, siendo Jesús el ejemplo a seguir, no podemos menos que volvernos menos parlanchines pero más comprensivos y afables los unos con los otros. Esto es hacer algo que nos gustaría seguramente que hagan por nosotros siempre!
Escuchar es dar amor a nuestro prójimo, ya que le estamos dando algo muy valioso, nuestro tiempo y estimación. Escuchar es la forma más dulce de abrazar a nuestro semejante de una forma tierna y cálida.
d/a
|