Anoche tuve un sueño
Soñé que reías, que tu alegría no
tenía final y tu dicha traspasaba las
fronteras del lo terreno y espiritual,
que llegaba a los cielos convertida en
un mensaje de properidad,
satisfacción y plenitud.
Soné que hablabas al silencio y tus
palabras llegaban a los oídos de
quien partió ya hace un tiempo, que
le decías lo mucho que te hace falta,
de lo mucho que le añoras, de lo
mucho que sientes la falta de sus
palabras y cada uno de sus consejos.
Soñé que pedías ayuda a los cielos, a
la inmensidad de los mares, al eco de
las quebradas, porque muchas veces
no sabes que hacer o qué camino tomar.
Soñé que lograbas escuchar el rumor
de la tormenta, que SIEMPRE ESTÁ
AL FINAL del horizonte, esperando el
mejor momento de descargar su
energía sobre la tierra, diciendóte a lo
lejos, que te trae un mensaje de
esperanza con la lluvia y el viento,
porque así el ciclo de la vida vuelve a
comenzar como cada uno de tus dias
y tus sueños.
Soñe que tu alma era libre de toda ira,
recor y decepcición, que lograbas
dormir y soñar en el día que viene,
que tus pensamientos sólo estaban
enfocados en lograr que todo lo que
tú eres crezca en la inmensidad del
amor.
Soñé que tu alma alberga solo amor,
que tu risa es el espejo de tu alma,
que tus ojos brillan por la luz de tu
espíritu, que tus gestos son el reflejo
de tu amor.
Anoche... soñé tan solo contigo.
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